Pachuca, Hidalgo, Jueves 19 de Enero de 2012
ALFONSO RIVERA
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Ilusión, sonrisas y mucha felicidad se respiraban en los alrededores del Salón de la Fama y el Mundo del Futbol.
Puntuales a la cita arribaron los pequeñines acompañados de sus papás, quienes felices, llegaban para recibir el regalo que los Reyes Magos les habían dejado en el estadio Hidalgo. Largas filas se formaron desde antes de las cuatro de la tarde, hora en que estaba programado el inicio del evento.
Minutos después de esa hora arribaron los jugadores de los Tuzos, que ingresaron a una sala del Mundo Futbol para que algunos se caracterizaran como los Santos Reyes. El “Gringo” Torres fue el primero que pasó por las manos del “Pachus”, quien era el encargado de poner maquillaje y traje a los futbolistas blanquiazules. Después le siguieron Mauro Cejas y el campeón Sub 17 Marco Bueno, quien se sonrojó al ser captado por los flashes de la prensa y las burlas que le hacían sus compañeros.
Luego llegó el turno para Segundo Castillo, que se mostró sonriente mientras era vestido. Hubo uno de los jugadores que costó trabajo convencer para que fuera caracterizado: Jaime Ayoví. Desde que llegó, se intentaba esconder, pero no logró escaparse y cuando vio a Segundo Castillo, no pudo evitar soltar una carcajada. Ya después se dejó poner las prendas por el “Pachus”.
El último de los tuzos que se caracterizó fue Héctor Herrera, el más serio de todos. Ya todos en su papel, se tomaron la fotografía al pie del balón que alberga el Salón de la Fama.
Por fin llegó el momento que todos los niños esperaban: sus ídolos se presentaron ante ellos en un par de tarimas instaladas en la cancha de futbolito del Mundo Futbol.
Uno por uno fueron ingresando para recibir su juguete, pero antes los patrocinadores del club les entregaban pizza, refresco, dulces, galletas, paletas, entre otras cosas para hacer más tranquila la espera, que se hacía pesada por el sol quemante que había.
Cuando los niños llegaban con los Tuzos, sus ojos se iluminaban al ver a sus jugadores favoritos tan cerca, entregándoles un juguete y regalándoles un autógrafo o una foto. Se notaba el ambiente de felicidad, con Daniel Arreola y Edy Brambila arrojando pelotas a sus compañeros que se encontraban en la otra tarima, Andrés Fassi alentando a la afición para que regalara una porra hacia el equipo, Jesús Martínez saludando y hablando con los pequeñines, y otros, como “Gringo Torres y Ayoví, al pendiente de su celular.
Mientras tanto, el “Pachus” se encargaba de animar a los niños en la fila, tomándose fotos y jugueteando con ellos.
Para destacar la presencia de Efraín Flores y su cuerpo técnico, como el preparador físico y sus auxiliares, que también entregaban los presentes a los chiquitines, además del presidente Jesús Martínez y el vicepresidente Andrés Fassi, que daban el ejemplo a sus jugadores de cómo tratar a la afición.
Así, poco a poco se fueron agotando los obsequios que habían dejado los Reyes Magos y los niños se fueron, además de con un juguete, con una gran sonrisa por haber conocido a sus futbolistas preferidos, como lo dijo una madre de familia:
“Estuvo muy bien pues los niños están muy emocionados por ver a los jugadores y aunque sea saludarlos o tomarse una foto ya para ellos es muy emocionante, por eso estuvimos aquí tanto tiempo parados. Ojalá haya más eventos para que se acerquen los niños a los jugadores”
Una tarde extraordinaria, que como los papás expresaron, la directiva tuza debería hacer más seguido: la convivencia de los jugadores con los aficionados, acercar a los ídolos con la gente que los sigue semana a semana y que sufre o goza con sus logros.
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