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Voz Blanquiazul…la actualidad del equipo

Última actualización el 12 abril, 2015

Con el ánimo de aportar aunque sin la certeza del rumbo que lleva el equipo, a continuación algunas opiniones al respecto.

¿UN PACHUCA ‘ROJINEGRIZADO´’?

Entiendo lo extraño y poco familiar que resulta el término que utilizo, pero es uno de los que mejor puedo aplicar para la idea que intento mencionar.

Para aquellos nacidos en 1990 y antes, recordarán cómo los rojinegros del Atlas eran a finales del siglo pasado y principios del presente un equipo muy alabado por la gran calidad de su cantera. Tipos como Daniel Osorno, Rafael Márquez, Zepeda, Erubey Cabuto, entre un largo etcétera daban una gran dosis de frescura y buen futbol a dicho equipo. Todos los comentaristas y aquellos que gustaban o trabajaban en relación con el futbol mexicano alababan la “inagotable cantera atlista” en que se formaban grandes jugadores, conducidos de manera sobresaliente por la mano de Ricardo Lavolpe. Todo hasta aquí suena muy bien y parecería que es ideal el sistema. Y ahí surge el primer “pero”. Los campeonatos. Resulta que Atlas con la mejor generación de jóvenes de su historia, comparable si acaso con la de UNAM de principios de los 90… no pudieron lograr UN solo título. Bueno… sólo el ganado a través de un volado en algún Interliga (para mayores referencias, googlealo).

Y aquí traspolamos el caso Atlas y lo convertimos en “caso Pachuca”. Hoy todo mundo alaba ese gran centro de formación, esas instalaciones de primer mundo, esa filosofía que ha llevado y parece que llevará al equipo blanquiazul a alturas insospechadas. Y sí, ya hay una final contra León perdida en circunstancias ciertamente extrañas. Y han existido también lapsos de futbol por nota como, precisamente, contra Atlas. Pero también mucha irregularidad. Y ahí la pregunta que me surge: ¿Qué quiere Pachuca?

Hay varios caminos. El primero, conveniente para la directiva pero incierto y poco esperanzador para el aficionado es seguir siendo semillero de grandes talentos sin necesariamente fortalecer la dirección técnica y la columna vertebral del equipo. Esto generará grandes ganancias para la institución, porque ya se ha visto las enormes utilidades que pueden resultar por la venta de estos diamantes. Y ahí surge el otro aspecto: Como aficionados, hablando en forma objetiva, ¿Qué ganamos con que los talentos tuzos vayan a demostrar su gran calidad en clubes a nivel internacional? Orgullo y poco más. El mejor nivel no lo despliegan aquí sino en otras partes del orbe.

Y nuevamente siendo sinceros, Pachuca ha logrado sus títulos y reconocimiento nacional e internacional a través de un grupo de extranjeros de alta calidad, junto con mexicanos de pundonor y garra… y algunos cuántos canteranos. Y lo anterior no es una opinión en relación con que se deba ahora tapar la salida del talento joven. ¡Al contrario! Pero tanto club como aficionados deberíamos estar conscientes de los costos. Un joven por naturaleza es irregular. El carácter se forja luego de muchas batallas y esas son las que no tienen los canteranos. Las van adquiriendo. Y cuando lo logran, se van porque llegan ofertas seductoras de clubes poderosos económicamente. Entonces sucederá algo inevitable: Irregularidad. Algunos campeonatos muy bien, otros muy mal… algunos partidos destacados y otros de lente oscuro. Y aunque esto no es extraño en el futbol mexicano, lo cierto es que con una gran cantidad de jugadores poco experimentados, se garantiza poca certeza.

Todo lo anterior se resume en entender que este proceso puede implicar tragos amargos múltiples, tal como los ocurridos en Montreal por ejemplo o en Tijuana, en ambos casos al no tener la frialdad y temple suficiente para manejar un resultado a todas luces cómodo y en apariencia resuelto.

De acuerdo a mi óptica, Diego Alonso no es un Director Técnico malo. El problema es que tampoco es bueno. Es digamos un experimento. Me parece que no es mucho más de lo que fue gente de casa que salió por malos resultados como Trucco, Caballero o Rivarola. Vamos, si tuviera un equipo plagado de jugadores consagrados es probable que lo hiciera caminar de manera más que aceptable porque habría que reconocer que el manejo de vestidor no pareciera ser un problema para él considerando que tiene carácter. Pero teniendo en el equipo una gran cantidad de gente joven que necesita otro tipo de exigencia y trabajo, parece que no lo acaba de entender y podría pasar largo tiempo antes de que logre un manejo adecuado para resultados óptimos. Y si viene cierto que el descenso no está tan cerca como podríamos pensar (platiqué de ello en la colaboración antepasada), es momento de ser cuidadosos y evitar que las llamas se acerquen demasiado.

Porque con todo malestar y sin ánimo de ser ave de mal agüero, diré que este torneo está prácticamente perdido. Habría que concentrarse en al menos lograr 20 puntos para evitar problemas posteriores.

Mucho que pensar y reestructurar por parte de la dirigencia tuza. Ojalá se tomen las decisiones más adecuadas.

¡Con Pachuca a todos lados!

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