Ituzos.com|Jueves 29 de Septiembre de 2011
Hidalgo Sport. Iván Lozada.- Ya son diez años, desde que el colombiano Miguel Calero arribó a la capital hidalguense, para integrarse con en los Tuzos del Pachuca, y defender la portería durante una década, en la cual ha ganado todo lo que ha jugado, incluso ya cuenta con la nacionalización mexicana.
Nació un 14 de abril de 1971, en Ginebra Valle, Colombia, pesa 82 kilogramos y mide 1.89 de estatura, sin duda, el físico ideal para un portero.
Poco a poco y con el paso de los años, Miguel se fue ganando con títulos el cariño de la afición, hasta convertirse en un ídolo y un jugador indiscutible e inamovible de la meta blaquiazul.
Su primer club fue el Sporting del 1987-1992, luego el Deportivo Cali 1992-1997 y Atlético Nacional 1998-2000, los tres de Colombia y con Pachuca ha jugado del 2001 a la actualidad.
Entre sus títulos nacionales, están los campeonatos colombianos en 1996, con el Deportivo Cali y en el 99 con el Atlético Nacional Colombia 1999.
Con el cuadro hidalguense conquistó el torneo de invierno 2001 y Apertura 2003, ambos contra Tigres, en el Universitario, donde la figura de ambos títulos fue Calero, luego se vinieron los de Clausura 2006 y 2007.
De las conquistas internacionales destacan la Copa Merconorte Atlético Nacional 1998, Copa América Selección Colombia 2001, Copa de Campeones de la Concacaf 2002, 2007, 2008 y 2010, Copa Sudamericana 2006 y Superliga 2007. Dentro de su carrera tambi´´en están dos Mundiales de Clubes, en Japón.
Fuero logros, éxitos y Calero se convirtió en figura, en referente en la época dorada del Club Pachuca, donde conquistaron los títulos que pasaron por sus manos y que tuvieron al guardameta colombiano, en una pieza clave para alzar las coronas.
Posteriormente, en septiembre de 2007, sufrió una trombosis venosa en su brazo izquierdo, debido a una vieja operación, esta lesión mantuvo al colombiano alejado de las canchas casi seis meses.
Aunque pesó la enfermedad, Miguel pensó en el retiro, en dejar las canchas y declaraba que sus días dentro del club estarían por culminar un ciclo lleno de triunfos.
A su regresó, fue pieza fundamental en la obtención del trofeo de la Superliga 2007, tras atajarle un penal al estadounidense Landon Donovan, en la serie de penales, al mantenerse el empate a un gol, con lo cual se identificó toda una nación.
De igual manera, en la Interliga 2009, fue fundamental para la clasificación del Pachuca a la primera fase de la Copa Libertadores 2009, luego de atajar cuatro penales y marcar uno, en la definición contra el Atlas de Guadalajara.
Miguel firmó contrato hasta 2011 y fue claro en manifestar, que no quiere se director técnico y que le gustaría seguir dentro del fútbol, pero en lo administrativo.
El arquero que puso de moda las gorras, también se ha hecho presente en el marco rival, como lo hizo el 30 de marzo de 1995, cuando Miguel marcó un gol de media cancha, con el Deportivo Cali contra el Deportivo Pereira, en su primer gol como profesional y dos años más tarde, el 3 de marzo de 1997, en un tiro libre anotó de media volea ante el Independiente Medellín, esto en el país cafetalero.
Con el Pachuca, anotó el gol del empate a 3 frente a Jaguares de Chiapas, el domingo 11 de agosto de 2002, luego de conectar con la cabeza el balón en un tiro de esquina, al minuto 92.
Sin duda, un emblemático portero del futbol colombiano, con físico impresionante, de gran agilidad y reflejos, que en la capital hidalguense encontrara su mejor etapa como profesional.
Dentro de la alineación de cada quince días, luego de que el sonido local mencionaba el nombre de Miguel, la afición coreaba con todo el apellido de Calero, que siempre resonó más que el resto de los jugadores.
Sin duda, Miguel está en el corazón de los hidalguenses y su profesionalismo nunca será recriminado, como ejemplo está el subcampeonato contra Pumas, en el cual Calero se “comió” el gol que le dio la corona a la UNAM, y sin embargo el respetable jamás le echó en cara ese error.
Este es Miguel Calero, genio y figura, que está por escuchar las golondrinas, pero con la cara al frente, aun cuando las críticas no han faltado, porque como todo en la vida, hay ciclos que se deben aceptar en el momento.
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