Miercoles 04 de Febrero de 2011
POR FERNANDO SCHWARTZ
FUE para ESTO y ESPN desde el Aeropuerto de Ezeiza antes de viajar a México, donde el Guille Franco dio sus primeras palabras en su regreso al futbol mexicano con el Pachuca. Franco está tranquilo con el pasado y vive su presente: «Los sentimientos son de emoción. La verdad que México significa mucho para nuestra familia. Siempre contemplamos el regreso y estamos contentos y con mucha expectativa de que esta etapa sea exitosa y de felicidad como las anteriores».
Así se dio lo de Pachuca: «Conozco a Jesús Martínez y Andrés Fassi. Habíamos platicado un par de veces y también en un par de ocasiones estuvieron interesados en llevarme. Ahora que termino mi relación laboral en Argentina con Vélez hablé muy bien con Andrés, lo que ellos pensaban de mi llegada al club y no me costó mucho trabajo tomar la decisión. Es un gran club, una mejor institución con logros en los últimos años. Que se fijen en uno me da ilusión y satisfacción, deseando que sea muy buena».
De las críticas y adjetivos recibidos después de Sudáfrica 2010, un educado Franco apuntó que «considero que lo del Mundial quedó atrás; ha pasado un tiempo considerable; no la pasamos nada bien ni mi familia ni yo, en cierta manera fue injusto en lo que leemos. Nos tocó vivir eso, aunque no guardamos rencor. Tenemos ganas de volver, entendiendo que hay gente que nos quiere y aprecia, también que por la prensa y por la gente que escribe blogs, la gente se engancha y dice cosas. Nosotros siempre nos sentimos muy bien en México y volvemos con ese mismo deseo de que todo vaya bien, siendo lo que México significa para nosotros».
Físicamente viene al cien: «La realidad es que en los últimos años las lesiones me han dejado jugar, salvo la desgracia al principio del año pasado en la rotura de ligamentos del hombro derecho que me marginó de las canchas. De ahí en fuera he estado bien de lesiones musculares. Físicamente estoy bien y con muchas ganas de hacer las cosas bien y devolverle la confianza al Pachuca. Ese es mi motor, rendir en todos los clubes donde he estado, siempre quiero responder a la confianza que depositan en uno».
El pasado y el sufrimiento quedaron atrás: «No guardo rencor a nadie. Sí han sido momentos difíciles con agresión a mi familia. Uno en está profesión se enfrenta a cosas y faltas de respeto que no comparto, pero esto llegó a mi familia y me dolió. Ya el tiempo pasó, aunque hay gente que se dejó llevar por esta ola que se generó. Nadie de mi familia ni yo guardamos rencor. Amamos a México y su gente. Empezando el año mando un saludo a toda la afición, dándoles un gran abrazo de principio de año y que Dios bendiga su familia y hogares. Que tengan salud y gustosos de volver a ese país que queremos tanto».
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